jueves, 20 de marzo de 2014

Te recuerdo postrada en la cama, mi mirada infantil desviada, te veía, no concebía el drama parálisis cerebral, y como entender tu suerte, como entender que otros niños se asustaran al verte entre las sabanas blancas, tu piel confundida en ellas tejías, después me miras, y sonríes con bella virtud 
doncella enferma que destella gratitud por cada poro, hermana mayor mi fiel tesoro. Un ángel a quien dios nombro si lo que el sida merma, dará gracia eterna, ella la gano con creces, futuro puro que el destino arrebato no puedo evitar llorar al recordarte a veces si en mis sueños apareces, me proteges del frío si me ves entre el gentío sientes mi vacío y hablas palabras de esperanza que solo tu danza irradia no puedo evitar llorar, dejar brotar mi rabia, ni perdonar al azar, su fragilidad infringida 
que un capricho de la vida te dejara herida, te fuiste a los 16, suena dramático y el tiempo pasa tan rápido que hasta el dolor se olvida, maldigo a quien te negó el regalo de sentir el sol 
de ver amanecer, de conocer a tu primer amor, maldigo a esta existencia endeble, que nos envuelve en fiebres de un terror que hierve por que pierde lo que ama pero tu llama hermana, aun derrama cera en mi recuerdo y en este corazón latiendo te conservo, porque eres mi ángel 

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